El Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE) es un centro de investigación, experimentación, desarrollo y transferencia de tecnologías de la construcción y la gestión integral que se enfoca en la producción social del hábitat. Fundado hacia 1967 por el arquitecto Horacio Berretta en el seno de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), el CEVE cuenta con una doble dependencia por parte del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Asociación de Vivienda Económica (AVE).
En conversación con diversos académicos como Jerónimo Kreiker, Alberto Floreano y Federico Strzeleck, nos propusimos indagar acerca de los procesos, las disciplinas y demás factores que intervienen en la producción de nuevas tecnologías constructivas que desarrollan desde el CEVE. Continúe leyendo para conocer la entrevista completa.
Agustina Iñiguez (ArchDaily): ¿Qué disciplinas intervienen dentro del proceso de diseño y fabricación de nuevos materiales para la construcción?
Jerónimo Kreiker (vicedirector de AVE-CEVE-CONICET, investigador independiente del CONICET y responsable del Área de Nuevos Materiales): El abordaje multidisciplinar o transdisciplinar es sumamente importante en la temática del reciclado y la economía circular. Para conseguir que un material o componente constructivo sea técnicamente apto, ambientalmente sustentable, socialmente aceptable y económicamente sostenible es necesaria la conjunción de disciplinas diversas, las que, de manera sinérgica, se interrelacionan para desarrollar nuevas tecnologías, y a su vez analizar, proponer, mejorar e innovar sobre las tecnologías actuales.
Desde la Arquitectura y la Ingeniería Civil es posible lograr un producto con las prestaciones físicas y mecánicas necesarias para cumplir con los requisitos normativos que enmarcan a la industria de la construcción. La Química permite conocer y caracterizar tanto a los residuos como a los nuevos materiales compuestos que se logran con la unión de los desechos y las matrices estructurales en las que se incorporan. Permiten a su vez, no solo conocer y optimizar el nuevo material, sino también estudiar los posibles inconvenientes que podría generar el uso de residuos y su potencial poder de contaminación, aportando soluciones para mitigar los efectos negativos de los desechos. Desde el Diseño Industrial se puede aportar al desarrollo de los componentes con funcionalidad espacial y estética para ser aplicados en diversos usos dentro de las viviendas y edificaciones, tanto en la estructura como en los sistemas envolventes y el mobiliario en general. También, el Diseño Industrial se presenta como una disciplina sumamente pertinente para realizar el análisis de ciclo de vida y determinar los indicadores de huella de carbono y huella hídrica que permiten conocer la viabilidad ambiental de uso del residuo.
Actualmente, en el área de Nuevos Materiales de AVE-CEVE-CONICET, convergen las disciplinas: Química, Arquitectura, Diseño Industrial e Ingeniería Civil, pero se trabaja con otras de manera indirecta como son las Ciencias de la Comunicación, necesaria para comprender mejor el proceso de transferencia del conocimiento y la captación de saberes, y la Ingeniería Industrial, que permite conocer sobre la cadena de valor del proceso de reciclado y producción de materiales de construcción, disciplina sumamente valiosa para fortalecer los aspectos económicos y de logística de la producción y del escalado.
AI: ¿Cómo es el proceso de selección de los componentes y recursos necesarios para la producción de nuevas tecnologías constructivas?
Alberto Floreano (profesional de AVE-CEVE-CONICET y responsable del Área de Sistemas y Componentes Constructivos): La búsqueda de soluciones (selección de componentes) han surgido en la mayoría de nuestros desarrollos producto del requerimiento y/o necesidades que manifiestan la población beneficiaria de nuestras acciones. Es por ello que en la historia institucional hemos ido mutando; en los comienzos se consideraba que debíamos responder con un todo (sistema constructivo) que abarcan desde la fundación hasta la cubierta. El trabajo en campo nos demostró que las casas partes, soluciones parciales (aberturas, cubiertas, estructura, cerramientos, etc.) dan respuesta de mejor manera a las necesidades que se les presentan a los usuarios de nuestros desarrollos.
En cuanto a los recursos se debe diferenciar entre aquellos económicos (siempre escasos), los tecnológicos que deben ser sencillos, de fácil apropiación y el más valioso en esta secuencia, los trabajadores que no poseen formación especializada y que los dos recursos anteriores deben contribuir para que al final del proceso esa persona haya logrado formarse y tener la posibilidad de insertarse en el mercado laboral.
AI: ¿De qué manera la variante económica y constructiva influye en la determinación de los materiales a implementar?
AF: La variante económica es siempre un elemento que influye en estos procesos, como dije anteriormente escaso y desprogramado (flujos no constantes en los desembolsos) que hace muy difícil mantener un paso a paso constante, esta discontinuidad suele ser el motivo principal por lo cual muchas iniciativas se abandonan. La constructiva tiene una lógica muy distinta, siempre hemos encarado los desarrollos con materiales locales, aquellos que son predominantes, el principal valor que esto tiene radica en el conocimiento que la gente tiene sobre ellos, la confianza que les despierta.
Manejar una tecnología racionalizada en sus procesos, que utilice materiales locales, que no demande grandes inversiones en equipo, de simple aprendizaje para las personas que realizan las tareas, constituye el modo de abordar el problema de la vivienda, según la visión con la que nos hemos formado en AVE-CEVE-CONICET.
La utilización de la materia prima local no significa poner en tensión la aparición de los “nuevos materiales”, por el contrario, estos deben recorrer el camino necesario para vencer el desconocimiento de los interesados y lograr los estándares de satisfacción.
AI: ¿Cuál es el elemento constructivo principal donde podrían aplicarse nuevas tecnologías para incrementar su rendimiento?
AF: Si bien la vivienda se debe trabajar en su totalidad, el elemento constructivo que más requerimientos presenta es la cubierta, la envolvente superior. La prefabricación (no me refiero a los premoldeados de hormigón) de los elementos constitutivos son parte de una búsqueda constante. Se requiere de elementos estructurales, aislaciones y cobertura superior. Se está trabajando con el reciclado de madera de pallets para la fabricación de elementos estructurales y en la búsqueda de soluciones sencillas para los temas de aislaciones y cubiertas.
AI: ¿Cómo definirían la relación que existe entre el sitio geográfico, la mano de obra y la tecnología material?
AF: La tecnología debe respetar tanto los materiales como saberes locales. Toda tecnología que desconozca esas variables no responde a nuestra visión institucional, donde los procesos que se pretenden transmitir deben contenerlos y no desconocerlos. Cuando uno reconoce esos valores logra que el usuario los tome (se apropia) y los adecua a su realidad; estas tecnologías abiertas, permiten captar esa riqueza, simbiosis entre la técnica que se acerca y la que se impone de parte de la mano de obra local lográndose así un enriquecimiento mutuo.
AI: ¿Podrían aplicarse las tecnologías que desarrollan en el Centro sobre otros sitios de Latinoamérica?
AF: CEVE cuenta con experiencias en países latinoamericanos: Ecuador (techo batea), Cuba (región Caribe, batea), Chile (mueble sanitario y muchas reuniones científicas de difusión en México, Perú, Costa Rica, etc). A su vez, planes de construcción en Fortaleza (Brasil) con el sistema UMA. Acá se puede observar claramente la adecuación del BENO al recurso material local (ladrillo cerámico en reemplazo de la bovedilla) y la mano de obra local. Otro caso importante es el de Uruguay, donde la organización productiva a través de cooperativas (FUCVAN, cooperativas de vivienda por ayuda mutua) permitió el desarrollo de planes a través del sistema BENO y Semilla. Toda esta experiencia acumulada nos permite pensar que Latinoamérica es un sitio apropiado para la aplicación de nuestros conocimientos adquiridos.
Federico Strzeleck (profesional de AVE-CEVE-CONICET): Es necesario pensar la tecnología como medio para satisfacer las necesidades. Las tecnologías no deben considerarse de forma aislada, por lo tanto, no deben ser un fin en sí misma, sino que deben ir asociadas al diseño y forma de producción en un marco socioeconómico cultural y ambiental determinado. En el mismo sentido, es necesario visualizar la tecnología como “cosa viva” que va madurando y modificándose según las necesidades de su entorno. La filosofía institucional parte de la lógica de que la tecnología es social, es decir, debe ser apropiada y apropiable por lo cual buscamos que las respuestas que se pretenden con la misma sean de manera integral.
Las necesidades habitacionales están atravesadas por un contexto que debe ser tenido en cuenta a la hora de definir el artefacto tecnológico, y es por esto que hablamos de la producción social del hábitat y no solo del artefacto tecnológico en sí. En lugares donde hay mano de obra poco calificada, desocupación, pero entramados sociales fuertes, quizás lo mejor sea una tecnología que se aprenda fácilmente, que incluya una gran cantidad de mano de obra y que exija ciertos niveles de organización. De esta manera, aprovechamos las condiciones que se nos presentan y damos respuestas a otras demandas con lo cual la respuesta se hace más integral y por lo tanto, queda instalada en la población que la lleva adelante.
Por eso, las características principales que deben tener las tecnologías apropiadas y apropiables son:
- Debe ser respetuosa con la cultura donde se inserta, integrarse armoniosamente en ella y desarrollarse a partir de los recursos de aquella y del propio medio como una herramienta para la creatividad.
- Debe permitir adaptaciones locales; ser de fácil aprendizaje y favorecer así su apropiabilidad.
- Debe ser de mano de obra intensiva, es decir, generadora de empleo.
- Debe utilizar materiales regionales y herramientas de fácil obtención, fabricación o transformación regional.
- Debe favorecer el desarrollo de las economías regionales.
- Debe guardar una relación adecuada entre sus componentes para responder a los objetivos específicos para los cuales se formula.
- No debe generar dependencia de sí misma (es un medio, no un fin).
- No debe prescindir de las tecnologías locales, sino interpretarlas, incorporarlas, racionalizarlas, enriquecerlas, no sustituirlas.
- No debe transformarse en una receta universal de utilización indiscriminada, ignorando las diferentes realidades de cada situación.
Será imprescindible un diagnóstico claro de cada realidad en términos de necesidades y recursos disponibles. Dicha realidad deberá orientar las relaciones óptimas entre los componentes para lograr una tecnología apropiada a cada situación. Mientras más actores intervengan en el diagnóstico, más completa será la visión del problema. Es así que los futuros usuarios como profesionales involucrados (arquitectos, ingenieros, trabajadores sociales, urbanistas, tecnólogos, etc.) podrán ayudar a elaborar los instrumentos que permitan un diagnóstico lo más cercano posible a la realidad.
Este artículo es parte de los temas de ArchDaily: El Futuro de los Materiales. Cada mes exploramos un tema en profundidad a través de artículos, entrevistas, noticias y obras. Conoce más sobre nuestros temas. Y como siempre, en ArchDaily valoramos las contribuciones de nuestros lectores. Si quieres postular un artículo o una obra, contáctanos.